CARTA A LA CIUDADANIA
Apoyo a Enrique Peñalosa porque creo que es el mejor de los candidatos a la Alcaldía de Bogotá. No lo hago por pagar un favor o por “tener un detalle” con él. Detesto hacer favores. Detesto recibirlos. Detesto quedar debiéndolos. Tampoco lo hago por cumplir algún pacto; me gusta que los gestos más importantes sean a cambio de nada.
En cantidad de reuniones y declaraciones defendí mi derecho a ser candidato, derecho estatutario que el partido le concede a todos sus miembros. Yo mismo utilicé la expresión “atravesarse en el camino” para caricaturizar reacciones excesivas señalando que en nuestras reacciones puntuales, los del Partido Verde nos parecíamos a nuestros electores: cambiamos de opción por un sí o por un no. Si quedara alguna duda, con este comunicado me “des-atravieso”.
Indudablemente, durante su gestión Peñalosa trabajó por una ciudad sostenible (parques, humedales, espacio público, andenes, ciclorutas, TransMilenio, Pico y Placa para carros particulares, etc.). Pero ¿cuántos carros nuevos siguen ingresando y cuántas vías necesitan? Gústenos o no, nos tocará actualizar el Plan Maestro de Transporte elaborado entre 1995 y 1997 por la Agencia Japonesa de Cooperación (JICA), con sus autopistas elevadas, tan cuestionadas por algunos. Gústenos o no, nos tocará buscar mecanismos que combinen tecnología y economía para lograr un uso más racional del automóvil.
Si a Enrique Peñalosa le parece pertinente, también ayudaremos a mejorar la seguridad de la ciudad, combinando cinco aspectos: cultura ciudadana, mantenimiento del espacio público y del mobiliario urbano, superación de la indiferencia vía confianza en las instituciones, seguimiento gerencial a la policía metropolitana y fortalecimiento del sistema de justicia para desarrollar el Estado Social de Derecho y para ayudar a evitar los brotes de justicia privada o por mano propia. Insistiremos en la autorregulación y la regulación mutua. Bogotá será acogedoramente segura porque combinará buena gestión, infraestructura, educación, cultura ciudadana y legalidad democrática. Con recursos como las computadoras más que con cámaras de vigilancia en los salones de los colegios.
Un paso clave será lograr que la ciudadanía vote coherentemente por alcalde y Concejo. El clientelismo es la punta de lanza de la corrupción, y la corrupción genera ineficiencia del gasto público, pobreza y violencia. Alcalde y Concejo deben trabajar juntos por la ciudad, respetando sus competencias y entendiéndose en el plano de la argumentación racional. Apoyo y apoyaré a Peñalosa en la medida en que ha desarrollado y seguirá desarrollando los principios del Partido Verde:
1. Rechazo a cualquier tipo de violencia y a cualquier complicidad con grupos al margen de la ley y con funcionarios o ciudadanos corruptos;
2. Respeto a la vida;
3. Manejo transparente y eficiente de los recursos públicos como recursos sagrados;
4. Incorporación, en las decisiones públicas y privadas, de la previsión y manejo de las consecuencias ambientales;
5. Primacía del interés general sobre el interés particular;
6. Respeto y defensa de la Constitución Política;
7. Reconocimiento y valoración de las diferencias y la pluralidad;
8. Coherencia entre fines y métodos; no al “todo vale” y
9. Construir sobre lo construido. Estos principios fueron propuestos y validados colectivamente y recibieron el apoyo de 3.588.819 personas.
La construcción del programa de gobierno para Bogotá debe incorporar las diez prioridades definidas por el partido verde , con muchas de las cuales los dirigentes del Partido Verde ya hemos mostrado un especial compromiso: la educación y la cultura; la búsqueda efectiva de la igualdad, la equidad, el ejercicio de los derechos y el acceso a la justicia; la focalización de las políticas públicas en niñez y juventud y el aumento de las capacidades y oportunidades de todos; y el compromiso radical contra la discriminación. Los principios y las prioridades del Partido Verde, que incluyen el fortalecimiento de la autonomía y productividad de las regiones, deben guiar la construcción participativa de los programas de gobierno de nuestros candidatos en todo el país.
Apoyo a Peñalosa porque creo que por el bien de la ciudad mantendrá su distancia con el “todo vale” (yidis-política, parapolítica, chuzadas, falsos positivos, agro-ingreso seguro) y defenderá la legalidad democrática que con tanto ahínco promovió el Partido Verde en la campaña del año pasado.
Esta decisión está en la misma línea de la que en su momento tomaron otros candidatos en Cartagena cuando eligieron como alcaldesa a Judith Pinedo. Y no todos eran del Partido Verde. Seguimos aprendido a aprender. Ojalá este ejemplo ayude a simplificar la elección de candidatos en el resto del país.
Antanas Mockus
1 de febrero, 2011
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