Enrique Peñalosa ha propuesto su nombre como candidato del Partido Verde a la alcaldía de Bogotá. Indudablemente es un excelente candidato. Me gusta reconocerlo y no lo hago por pagar algún favor. Las decisiones de interés público no deben basarse en favores. De hecho evito hacer favores. Evito recibirlos. Evito quedar debiéndolos. La reciprocidad es una norma cultural muy fuerte que afortunadamente la ley y la racionalidad limitan. Me gusta la generosidad desinteresada. Y la he experimentado de parte de mis coequiperos del Partido Verde.
Porque cumplo los acuerdos, soy muy cuidadoso al hacerlos. Como lo han reconocido Enrique y sus colaboradores más cercanos, mis alcaldías no fueron resultado de pactos. Otra cosa es que todos sabíamos del deseo de Enrique de volver a la Alcaldía, por voluntad de servicio y conciencia de proyección mundial de las innovaciones de Bogotá.
Creo, como lo señalé en la carta del 13 de enero a la Dirección Nacional, que al Partido y al país les conviene que, en esta etapa de selección de pre-candidatos, no queden por fuera ciudadanos que puedan ser buenos candidatos y puedan hacer luego un buen gobierno local. Los debe haber por centenas.
Invitado a opinar por los medios, nunca por mi propia iniciativa, consideré la posibilidad de que mi nombre fuera uno de los considerados por el Partido al escoger el candidato a la alcaldía de Bogotá. De hecho, como explicaré, me gustaría hacer campaña por Enrique y por mí y a partir de cierto momento, si el proceso así lo requiere, hacer campaña por él.
Competir en quién coopera más y mejor por el bien de la ciudad
Construyendo juntos el programa de gobierno podríamos avanzar hacia una práctica de la política en la cual los contendores cooperan, además de respetarse y reconocerse mutuamente virtudes y capacidades.
Propuse consulta pero me acogería a encuesta —como la propuesta por Enrique en las últimas horas— siempre y cuando la competencia consista en quien coopere más y mejor al abordar los problemas de la ciudad desde los principios y las prioridades del Partido Verde.
Hacer consulta o encuesta —después de haber trabajado un mes con énfasis en la elaboración del programa de gobierno— podría generar una oportunidad para seguir buscando formas nuevas de hacer política. De paso, los que quieren vernos peleados verán frustradas sus expectativas. Un trabajo conjunto de los equipos de los pre-candidatos aspirantes debería ayudar a construir el programa de partido para la ciudad.
Es posible que la Dirección Nacional esté viendo demasiados riesgos en la innovación propuesta. Algunas voces externas recomiendan una campaña convencional centrada en una discusión pública sobre los problemas de la ciudad. Si ese es su argumento y no una parcialidad frente a los pre-candidatos, sabré atender y acatar.
Gracias por su atención. Y que sea lo que el Partido decida, en representación de la ciudadanía.
Antanas Mockus
1 de febrero, 2011
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